Es mentira que el proceso de enseñanza-aprendizaje deba padecerse.
No tendríamos por qué "!!!MATARNOS!!! estudiando", en ningún
nivel de nuestra formación.
Durante la vida entera estamos aprendiendo y des-aprendiendo y dichos
procesos pueden darse desde la alegría, desde el disfrute.
Recursos expresivos que nos brinda el arte, la música, el dibujo, la danza,
el teatro, la poesía, entre otros lenguajes estéticos, son herramientas maravillosasa la hora de descubrir y construir nuestros mundos posibles.
La diversión, el juego, la risa, el cuerpo actuante, cantante,
danzante, el ser que se moviliza plenamente, corporal y
emocionalmente, no solo mental y racionalmente; el trabajo colectivo,
la complicidad, la creatividad, la improvisación y la creación como
juego dialógico...maravillosas propuestas para gestar espacios
pedagógicos y terapéuticos que nos inviten a la liberación, a la
humanización, a salir del letargo, a expresar lo que somos como
somos y a objetar a la educación tradicional y su inquisición de lo
sensible.
En esta entrada, les deseo relatar mi dolora experiencia infantil con las matemáticas y cómo hoy, desde mi vocación como artista y educadora, he logrado por la invitación del espacio formativo de Yo Maestro del Museo de Antioquia, transformar esta triste experiencia en una gozosa propuesta educativa desde un enfoque arteducativo.
Este ciclo ha llegando a su final y como parte de este tiempo de cierre, de socialización y reflexión, deseamos con alegría compartirles el resultado del trabajo colaborativo entre arteducadoras, fanzineras y nuestra artista, diseñadora y fanzinera invitada, Marcela Vargas.
El desapego también es la posibilidad del encuentro con otras, con sus otros mundos, con sus otras apuestas...también es paradojicamente la posibilidad de tejer mi raíz con otras raices, y de esta manera comunicarnos desde lo mas intimo...hacia el mundo exterior, compartir colectivamente en un mismo espacio creativo teniendo en cuenta no solo mi deseo sino el sueño y las utopías de otros seres, es la posibilidad de sumar tambien a mi utopia esos otros detalles y colores...esos otros sueños...
Con ustedes, nuestro webzine compilatorio intitulado De la Raiz a la Palabra que Sana.
echaré
raíces cada vez que pueda” María Elcina Valencia.
Hemos pensado desde
hace mucho tiempo en la importancia de que las mujeres tengamos por referentes
a otras mujeres, de conocer esos caminos que otras recorrieron abriendo tajos
para que las demás sigan transitando otros con sus propias huellas, pero sin
olvidarse de dónde vinieron.
Pues bien, la primera
parte del encuentro se centró precisamente en compartir referentes de fanzines
hechos por mujeres y el contexto que condicionó dichas creaciones. Es
inevitable no ver en tales transgresiones posturas tendientes al
cuestionamiento y el cambio profundo del orden capitalista, racista y
patriarcal. Un ejemplo de ello fue el movimiento Riot Grrrl que inspiró a muchas jóvenes a moverse para escuchar sus
cadenas y libertarse de ellas, como diría la Rosa Luxemburgo.
Es así como cada sábado
hay una invitación a movernos de nuestros lugares. Cada mujer ha vivido algún
exilio y a veces parece como si ese fuese el único sitio posible, sin embargo
al movimiento que convocamos es otro, uno que no niegue nuestra existencia y
detone la posibilidad de encontrarse en lo común con otras tantas para “echar
raíces”, como diría la maravillosa María Elcina Valencia.
Luego de haber compartido
las referentes fanzineras, conversamos acerca de cómo iba a ser la
socialización de las obras creadas por las estudiantes, pues ya estamos
culminando los talleres. Cada una a su criterio y gusto eligió la obra
predilecta que irá en el compilatorio (publicación) y le dio un “orden” a sus
creaciones en el soporte. Escuchamos
música mientras se realizaba el ejercicio y habitamos nuestros silencios
mientras nos adentrábamos en esa conexión que hay entre lo desconocido y lo
hallado.
Posteriormente, entre
los ires y venires propios de la hiperconectividad y el clima, ultimamos
detalles respecto a cómo se hará la socialización a través del Facebook live.
Hubo cierto aire de nostalgia porque sabemos que este ha sido un espacio libre
de violencias para ellas. Varias de las fanzineras manifiestan que nunca habían
estado en un lugar hecho por y para mujeres, que les encanta porque se sienten
libres y seguras, donde simplemente pueden ser.
¡Para nosotras saberlo
es tan importante! Realmente uno de las razones por las cuales propiciamos
estos encuentros es precisamente que ellas supieran lo fundamental que es la
juntanza entre mujeres y lesbianas, el apañe, el conspire, la posibilidad de
crear juntas. En la fuerza de lo que creemos nos encontraremos.
Yo
adelanto un pie y luego el otro, sonrío.
En mi camino aparecen flores fragantes,
mujeres-alegría, baños de agua sanadora,
cantitos y mariposas de colores…
Es suficiente para mí.
Karina Vergara
En peores momentos emergen las
mejores canciones. Hoy nos dimos la posibilidad de evocar nuestras bandas
sonoras; esas que acompañaron las incertidumbres, tristezas y alegrías en esta
hoguera que es la vida misma.
Nos dimos cita al encuentro como
cada sábado para compartirnos un poco nuestras cotidianidades y sentires. Lo
primero que hicimos en el espacio, aparte de chismosear un poco, fue leer el
poema ¿Por qué? De Karina Vergara, una lesbofeminista muy amada por nosotras.
Allí reflexionamos un poco acerca del contexto que como país vivimos respecto a
la protesta social desatada en respuesta al fascismo internalizado por las
estructuras del Estado en manos de los dueños del país; dueños que no logran
todavía arrebatarnos la dignidad y los sueños.
Posteriormente le dimos entrada a
Yela Quim, una mujer lesbofeminista y emcee (MC) de la escena Hip Hop radicada en
Bogotá que nos compartió tres de sus canciones. Varias fanzineras,
particularmente, se centraron en una de las canciones de Yela preguntándole qué
la había inspirado a escribirla. Resulta que “la gorda” es una composición que
emergió como respuesta a la misoginia y gordofobia de sociedades capitalistas,
racistas y patriarcales como la colombiana, cuestión que motivó mucho a la
autora a apropiarse de su papel y explayar su voz y experiencia en cada rima.
Acto seguido dimos paso al
ejercicio fanzinero. Cada una plasmó mediante la construcción de la obra
aquellas frases que marcaron cierto momento de la vida mientras escuchábamos
tales canciones. Ha sido bonito descorrer la certeza y dejarnos tocar por lo
inédito, lo que emerge en cada momento: la bataneada, la sonrisa, el chiste, el
compartir de las creaciones, el transitar de la palabra a los silencios cuando
nos encontramos en pleno proceso creador, porque precisamente en ello consistía
el espacio: ir a la palabra que sana para retratarla en el fanzine.
Del encuentro nos llevamos lo que
llega: el sabernos más a nosotras mismas con todas nuestras preguntas y
respuestas. Del encuentro nos queda la importancia de dejar ir.
NUESTRA PLAYLIST FANZINERA
Música para la esperanza en tiempos de pandemia
Cada participante nos propone desde su banda sonora personal, las siguientes canciones: